¿de qué va esto?

No tengo claro por qué empiezo un blog a estas alturas. Es más, a estas alturas, cada vez tengo menos cosas claras. Una de ellas es que quiero seguir aprendiendo, partiendo de la duda como principio y siguiendo el camino sin una meta clara, salvo seguir avanzando.

Otra de mis pocas certezas es que necesitamos belleza y alegría.

Teniendo claro que el hombre es capaz de lo mejor y de lo peor, y constatando que en estos días que nos ha tocado vivir, lo segundo va ganando de paliza a lo primero, me desmarco de la partida y comienzo a dar forma a este espacio en el que sólo quiero que entren la belleza y la alegría.

Belleza y alegría, que ahí están, expuestas de muy diferentes formas aunque difíciles de encontrar debajo de tanta basura, sepultadas bajo los escombros y los titulares de las noticias, esas raras flores que crecen en los estercoleros.

Este sitio se me antoja como un rinconcito en el que sentarse a disfrutar de los hallazgos, charlar en agradable compañía y descansar aunque sea un instante, porque hace falta este descanso, porque estoy tan harto de todo, que me he cansado de estar harto.

Y aunque no sea el propósito buscado, no puedo negar una cierta militancia en esta búsqueda, mi lema es “nos robaron la felicidad, jodámosles con nuestra alegría”.

Pero mantengamos la sonrisa, la cordialidad y la armonía en este encuentro, tomémonos a gusto una cañita, el campo de batalla nos espera ahí fuera.

Así que estáis todos invitados, pasad y tomad asiento, seguro que la conversación será agradable e interesante. Sentíos libres para aportar todo aquello que consideréis que pueda encajar con la decoración, ya sabéis, mi casa es vuestra casa.

Empiezo ya el camino, voy despacio, esto de la blogosfera son unas botas nuevas a las que tengo que dar forma, y no tengo prisa, me centraré en ir disfrutando de cada uno de los pasos.

Veamos a donde nos lleva todo esto…